← Back to portfolio

«Muchas personas tienen la sensación de no poder más, de saturación»

Published on



Por Susana Lladó

Saturación es la palabra que define el estado actual de más de la mitad de la población. Según la OMS, la fatiga pandémica afecta a 6 de cada 10 europeos

Sí, hay muchas personas que tienen la sensación de que ya no pueden más.

¿Cuándo habláis los psicólogos de saturación?

La saturación incluye el agotamiento mental, la sensación de que no se podrá hacer frente a ningún nuevo elemento cambiante que irrumpa en nuestra vida porque nos derrumbaríamos mentalmente y/o psicológicamente.

Cualquier mínimo problema ya desborda a la persona

Sí, y por varios motivos. Uno de ellos es que estamos expuestos continuamente a un caudal desbordante de información, de inputs. Y esta sobreinformación es, desde hace ya casi dos años, información muy negativa.

Las personas debemos buscar la manera de drenar tantas emociones y pensamientos negativos. Es imprescindible.


Nuestra capacidad para procesar información negativa no es infinita

No, no lo es. No estamos preparados para gestionar tal cantidad de inputs negativos. Nuestra capacidad para hacer frente a este tipo de información es inferior a la cantidad que recibimos constantemente. El ser humano no puede vivir en constante estado de alerta, de miedo.

Sería otra entrevista, pero esta es la línea de comunicación que han seguido, en general, los políticos y los medios de comunicación desde el inicio de la pandemia

Sí, y estamos viendo los efectos perniciosos para la población. La capacidad de las personas para procesar tanta información negativa emitida, además, de forma continua, puede colapsar. Podemos llegar a sentirnos muy agotados física y mentalmente. Si esta es la situación en una familia, los padres, por ejemplo, no solamente gestionarán peor sus propios problemas, también tendrán menos capacidad para gestionar los problemas cotidianos que se van presentando con los hijos y que afectan a su evolución. Su umbral de paciencia disminuirá mucho y aumentarán otros umbrales, como el de la irritabilidad. Cuando alguien está en esta situación de saturación, cualquier pequeño problema se vuelve insoportable porque le desborda.

¿Cómo se puede rebajar este nivel de saturación?

De la misma forma que un contenedor tiene una capacidad limitada y debemos vaciarlo antes de introducirle algo más, las personas debemos buscar la manera de drenar tantas emociones y pensamientos negativos. Es imprescindible.

La anhedonia es la incapacidad para disfrutar de las cosas, de la vida. Ya no se encuentra placer en todo aquello que debería resultarnos agradable.


Si no lo hacemos, alimentamos la espiral

Sí. Debemos tener en cuenta que el agotamiento psicológico no solo nos desgasta mentalmente, también nos debilita físicamente. La saturación afecta al rendimiento laboral, a nuestras relaciones personales porque descargamos la frustración con las personas que más queremos, a la calidad y horas de sueño, nos cuidamos menos y peor, somos más reactivos porque tenemos menos control, nos sentimos abatidos, experimentamos anhedonia, ansiedad, pérdida de energía, hipersensibilidad, etc. Es decir, la saturación afecta a todas las áreas de nuestra vida: la personal, emocional, social y laboral.

¿Qué es la anhedonia?

La anhedonia es la incapacidad para disfrutar de las cosas, de la vida. Ya no se encuentra placer en todo aquello que debería resultarnos agradable. Hay una pérdida de interés por lo que antes sí nos lo despertaba, ya sean actividades de ocio o aficiones, como escuchar música. También puede ser que la persona deje de disfrutar de la comida o las relaciones sexuales.

¿También tiene efectos cognitivos la saturación?

Sí, hay estudios científicos que muestran que la saturación puede provocar una disminución de la memoria, por ejemplo, además de pérdida de concentración y de una alteración cognitiva denominada efecto de desinformación.

¿En qué consiste esta alteración cognitiva?

Básicamente, la persona mezcla informaciones. Puede confundir una información relacionada con el trabajo con otra de un ámbito distinto.

¿Puedes dar algunas herramientas para rebajar el nivel de saturación?

Hay diversas maneras de diluir o atenuar la saturación. Una de ellas es buscar espacios personales para aislarse de los estímulos externos.

Hay que quedarse a solas con uno mismo

Sí, es fundamental. A cada persona le irá bien algo distinto: un retiro de un fin de semana, practicar yoga, dar paseos por el campo o la montaña, salir a correr, practicar meditación para centrarse únicamente en el ahora y evitar los pensamientos recurrentes relacionados con los aspectos negativos de la situación actual, procurarse un espacio de silencio agradable, etc.

Sigamos con más hábitos que puedan ayudarnos

La práctica de ejercicio y deporte nos ayudan a regular el sueño y a proteger la cognición, entre otros beneficios. Lo más aconsejable es, si se puede, realizarlo al aire libre para obtener vitamina D, la cual contribuye a evitar la depresión y también a mejorar la calidad del sueño.

¿Qué más podemos hacer?

A algunas personas les puede ayudar disminuir el tiempo que dedican a escuchar o leer noticias con información de carácter negativo. También es importante rebajar nuestro nivel de autoexigencia y aprender a priorizar para evitar el desgaste. Hay que poder distinguir lo que es importante y lo que es urgente, lo que es primordial y lo que es secundario, etc. Además, deberíamos focalizarnos en valorar y agradecer todo aquello que sí está bien en nuestra vida, no perderlo de vista y disfrutarlo. No obstante, si el estrés se vuelve crónico o la angustia y la ansiedad se hacen insoportables, la persona debería buscar la ayuda de un especialista.